Los grandes acontecimientos suceden pocas veces en la vida. Este año 2023 se presenta en Sinaloa, por segunda ocasión después de tres décadas, la ópera AIDA de Giuseppe Verdi. En este blog te contamos por qué esta presentación es tan representativa de la maduración del arte operístico en Sinaloa. 

Toda ópera requiere una gran cantidad de elementos. Pero AIDA, que es considerada una de las cumbres doradas del arte operístico, es especialmente conocida por ello. Es imposible no asociarla con grandes elencos, con escenografías magníficas. La verdad es que se trata de una de las óperas que requiere mayor despliegue de recursos humanos, económicos y materiales. 

Por esta razón, ver esta obra en cartelera no es frecuente. Realmente se trata de un importante reto que solamente las grandes ciudades, las capitales culturales del mundo y las grandes compañías de ópera pueden darse el lujo de presentar. 

AIDA EN CULIACÁN, 1992
La última y primera vez que este clásico del repertorio operístico se presentó en Sinaloa fue en 1992. La presentación se dio en el Marco del VI Festival Cultural Sinaloa. Se ofrecieron dos funciones: una el día 4 de noviembre a las 20:00 h y otra dos días después el 6 de noviembre a las 20:30 h. La dirección musical estuvo a cargo de Enrique Patrón de Rueda y la dirección escénica corrió a cargo de Gilda Morelli (fundadora del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli). De la coreografía, por otra parte, estuvo encargada Nellie Hapee y el coro fue dirigido por Antonio González. 

El elenco estuvo integrado por excelentes cantantes internacionales de la talla de Marquita Lister quien interpretó a Aida; Stephen O´Mara a Radamés; Martha Félix, a Amneris; Donald Sherril, a Ramfis; Pablo Elvira, a Amonasro; Stéfano de Peppo, al Rey de Egipto; Jorge Lagunes, a El mensajero; Celia Gómez,  a la sacerdotisa y Adria Firestone quien fue la suplente de Amneris. 

La música fue interpretada por la Filarmónica de la Ciudad de México. La parte coral estuvo cubierta por el Coro del Festival Cultural Sinaloa y por el Coro Infantil de Mazatlán y Aguascalientes, que entonces era dirigido por Pedro Albino Alvarado; mientras que para los números coreográficos se echó mano de la Compañía Nacional de Danza, que trajo consigo a sus bailarines principales: Laura Morelos y Jaime Vargas.

En total, subieron a escena 320 personas, según un periódico de la época. Una tropa enorme y magnífica de artistas, con un elenco de primer nivel, que contribuyó a que las dos funciones resultaran un rotundo éxito, con dos llenos totales. 

En esa ocasión, Sinaloa no contaba con una Orquesta ni compañías de coro y danza sólidas, por lo que se tuvo que contratar algunas compañías procedentes de diferentes partes del país. Tampoco había suficiente desarrollo en la preparación de cantantes líricos. El arte operístico, y disciplinas afines necesarias para montar un espectáculo como AIDA, era simplemente incipiente. 

DESARROLLO CULTURAL EN SINALOA
La presentación de AIDA en 1992 fue una de las principales flores que produjo ese florecimiento cultural que había comenzado hacía unas décadas atrás. Desde hacía unos años, se venían construyendo edificios culturales, fundando compañías y surgiendo escuelas y academias. Algunos ejemplos de esto fueron:

En 1975 se fundó el Instituto Sinaloense de Cultura (antes DIFOCUR, hoy ISIC). 

En 1976 surgió la Banda Sinfónica Juvenil del Estado (BSJE). 

En 1980 se estrenó el Teatro Pablo de Villavicencio de Culiacán y el Centro Cultural Genaro Estrada (CCGE).

En 1983 aparece la Compañía Folclórica Sinaloense (CFS).

En 1987 se presenta por primera vez el Festival Cultural Sinaloa. 

En 1987 se construye el Teatro Griego de Culiacán.

En 1991 se funda la Escuela con la Técnica Cubana de Ballet dirigida por Karemia del Rey, en Culiacán.

En 1992 surge DELFOS Danza Contemporánea en Mazatlán.

En 1998 inicia labores la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán (EPDM).

En 1999 se funda en Culiacán la Sociedad Artística Sinaloense A.C. (SAS).

En 2001 se crea en Culiacán la Orquesta Sinaloa Sinfónica de las Artes (OSSLA) y el Coro de ópera de Sinaloa (COS).

En 2007 nace el Coro Guillermo Sarabia de Mazatlán y la Compañía de Danza Joven de Sinaloa (CDJS) en Culiacán. 

En 2008 aparecen el Taller de Ópera Enrique Patrón de Rueda en Mazatlán, el Taller de ópera de Sinaloa (TAOS) en Culiacán y la Escuela Superior de Danza de Sinaloa (ESDS) también en Culiacán.

En 2016 se inaugura el Teatro Ingenio en Los Mochis.

En 2022, por último, se inaugura el Ópera Estudio del Noroeste (OPEN) en Los Mochis. 

Seguramente este recuento resulta incompleto. Sin embargo, esta breve lista nos da una idea del progresivo desarrollo en el área cultural que ha vivido Sinaloa en las últimas décadas hasta el día de hoy. En la actualidad, es una Estado reconocido a nivel nacional e internacionalmente como un semillero de artistas de primer nivel, entre cantantes con técnica operística, coristas, bailarines (clásicos o contemporáneos). Asímismo, por primera vez en su historia, cuenta con consolidadas compañías de música clásica, canto operístico, coros y baile suficientes para producir un espectáculo multidisciplinario. Inclusive, uno de las enormes dimensiones de AIDA.

Este año, Sociedad Artística Sinaloense —con la experiencia adquirida en 24 años— y el Instituto Sinaloense de Cultura —con quien ha establecido desde el origen una fuerte alianza—, con el apoyo brindado por el Teatro Bicentenario de León, Guanajuato, la Ópera de San Diego  y el apoyo de EFIARTES, han aprovechado estos talentos y compañías sinaloensen para volver a presentar la magna obra de Giuseppe Verdi.

Si en 1992 AIDA fue la flor representativa del florecimiento cultural en ciernes, este año AIDA regresa como uno de los frutos más destacados que evidencía la gran madurez que ha alcanzado la cultura sinaloense. 

AIDA EN SINALOA, 2023
La célebre ópera de Verdi se presentará los días 16, 18 y 19 de marzo en el Teatro Pablo de Villavicencio. Contará, igual que en 1992, con la dirección musical del maestro Enrique Patrón de Rueda. La dirección escénica correrá a cargo del destacado director de escena para teatro y ópera, de origen mexicano, Luis Miguel Lombana. La escenografía  será una adaptación realizada por Emilio Martínez Zurita a la original creada por Michael Yeargan para la Ópera de San Diego y que fue donada por dicha compañía a la SAS en 2019. 

A diferencia de 1992, hoy se contará con una orquesta propia, la destacada Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes (OSSLA). De la misma manera, son sinaloenses las compañías de danza que darán vida a las y a los grupos de figurantes: DELFOS Danza Contemporánea y la Compañía Folclórica Sinaloense. Por último, lucirá la presencia de tres de las compañías de canto lírico y coral más destacadas y consolidados del estado para reunir a todos los miembros del coro que requiere esta magna ópera: el Coro Guillermo Sarabia de Mazatlán, el Coro de Ópera de Sinaloa (COS) y el Taller de Ópera de Sinaloa (TAOS), complementados por doce integrantes del Coro del Teatro del Bicentenario, compañía guanajuatense. 

El elenco estará conformado por las sopranos Yunuet Laguna —destacada soprano mexicana que forma parte del MET— y Yamel Domort en el papel de Aida; los tenores Darío Di Vietri quién ha cantado en la Arena de Verona  y Octavio Rivas en el de Radamés; las mezzosopranos Oralia Castro y Rosa Muñoz en el papel de Amneris; los barítonos Genaro Sulvarán y Oscar Velázquez en el papel de Amonasro. Rodrigo Urrutia (bajo) será el Rey de Egipto; José Luis Reynoso (bajo), Ramfis; Iván Antonio Valdez Ojeda (tenor), el mensajero y Laura Leyva (soprano) interpretará el papel de la Suma sacerdotisa.

La presentación de AIDA no es solamente un espectáculo maravilloso de esos que se ven pocas veces en la vida, sino también es el reflejo de una sociedad que ha madurado en el arte operístico qué, al fin y al cabo, también es un espectáculo esplendoroso para todas las generaciones.